sábado, 18 de abril de 2009

Crisis y vehículos verdes

Ultimamente se habla insistentemente sobre la quiebra inminente de General Motors y Chrysler, a pesar de ya haber recibido del gobierno estadounidense jugosas cantidades de dinero. Lo cierto es que el panorama se ve obscuro para las automotrices ante el volumen de deuda que enfrentan y el ultimátum que les dio el presidente Obama sobre reestructurarse o morir. Cabe aclarar que entrar en un proceso de bancarrota con las leyes Americanas no significa necesariamente que las líneas de producción deban detenerse, existe varios mecanismos de arreglo con los proveedores como la reestructuración de las deudas o la cesión de acciones, lo cual debe ir acompañado de un fuerte programa de reducción de costos de operación para convencer a los jueces de quiebra y al gobierno que la solvencia será sostenible con el tiempo.
Ante este panorama, la mejor apuesta de GM es el largamente anticipado VOLT, del cual ya hemos visto desde un prototipo hasta un modelo que dicen será el de producción. El problema del show es precisamente ese: el carro no pasa de los salones de exhibición a los concesionarios, mientras una avalancha de nuevos vehículos eléctricos, híbridos y demás están ya en el mercado o en flotillas de prueba. La autonomía mencionada para el VOLT, de 30 Km con baterías cargadas antes de pasar al motor de gasolina, ya se puede obtener en un Toyota Prius, y ni se diga el Tesla Roadster, que solo con baterías puede recorrer 240 Km.
Por su lado, Chrysler ve como su tabla de salvación una fusión con FIAT, que posee autos más económicos y de mejor economía que las marcas de la estrella. Las ganas son tan grandes, que en último salón de Nueva York, el presidente de Chrysler ingresó al salón en un Fiat 500.

No hay comentarios: