viernes, 1 de febrero de 2008

Verde Automóvil 1

Las últimas ferias del automóvil de Frankfurt, Tokio y Detroit, vinieron a confirmar una tendencia creciente entre los fabricantes de automóviles: concebir un futuro cercano en que los autos no sean más fuentes contaminantes del ambiente, o por lo menos que su impacto sea mínimo. Los factores conocidos son el calentamiento global, el alto precio de los combustibles y las regulaciones legales sobre emisiones y rendimiento de los combustibles; aunque hay algunas más sutiles y no menos poderosas como la percepción de los usuarios y el no ser visto como la última rueda del tren tecnológico con un fuerte respeto por el ambiente.
Los enfoques sobre el automóvil del futuro son diversos, aunque el objetivo final es proveer movilización con bajas emisiones de gases indeseados o sin emisiones del todo.
El primer objetivo de la industria ha sido durante décadas mejorar los autos y los motores actuales de combustión interna, para obtener la máxima energía posible de la gasolina o el diesel. Este enfoque se mantiene actualmente por algunas razones ventajosas:
- Es una tecnología desarrollada, no se necesita amplias pruebas para comprobar el rendimiento de un motor de combustión. El uso por más de cien años lo convierten en una tecnología muy confiable, aunque todavía mejorable.
- La red de distribución de combustibles está ampliamente diseminada a nivel mundial, por lo tanto cada comprador está seguro que le será relativamente fácil reabastecerse de combustible, incluso si se viaja por varios países.
- Las emisiones de gases contaminantes pueden reducirse con sistemas independientes a la salida del motor.
Ahora revisemos los puntos en contra de estos motores:
- Producen inevitablemente emisiones indeseadas, aunque se las reduzca en el mismo vehículo.
- Su eficiencia, a pesar de su desarrollo es baja. Se estima que en los vehículos más eficientes apenas un 30% de la energía útil del combustible llega a las ruedas, el resto se pierde en forma de calor y de fricción entre partes internas.
- El alto costo internacional del petróleo hace inevitable el incremento en los precios de gasolina y diesel. Además las predicciones indican que las reservas de petróleo se terminarán entre 50 y 60 años.
Con seguridad los motores de combustión tendrán algo más de vida pero finalmente terminarán desapareciendo, a pesar del uso actual de biocombustibles, lo cual no es una solución práctica ni rentable a largo plazo.

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